Cómo montar una exposición sin generar residuos (o casi)
El montaje y desmontaje de una exposición suelen ser momentos críticos en términos de generación de residuos: restos de vinilos, embalajes, estructuras desechadas, piezas rotas o materiales imposibles de reutilizar. Sin embargo, con una buena planificación y un diseño orientado a la sostenibilidad, es posible montar una exposición generando muy pocos residuos —e incluso acercarse al “zero waste”.
Este artículo ofrece una guía práctica, clara y aplicable para quienes trabajan en museografía, gestión cultural o producción de exposiciones temporales y buscan reducir su impacto ambiental.
Por qué apostar por un montaje casi sin residuos
Montar una exposición con criterios de “cero residuos” no solo es positivo para el planeta: también lo es para los presupuestos, la logística y la eficiencia técnica.
Un montaje sostenible permite:
- Reducir costes en materiales y en gestión de residuos.
- Facilitar desmontajes rápidos y sin pérdidas.
- Prolongar la vida útil de estructuras y elementos gráficos.
- Mejorar la seguridad y limpieza del espacio.
- Ser coherentes con los valores de sostenibilidad del sector cultural.
Diseña desde la modularidad y la reutilización
La clave para no generar residuos en el montaje está en el diseño previo.
Recomendaciones:
- Usa paneles modulares que puedan adaptarse a distintos espacios.
- Evita estructuras que deban romperse para desmontarse.
- Opta por sistemas de fijación reversibles (tornillería visible, imanes, velcros, clips…).
- Prioriza materiales resistentes que puedan reutilizarse en futuras exposiciones o itinerancias.
Elige materiales fáciles de recuperar, reparar o reciclar
Cuanto más sencillo sea desmontar un material y darle una segunda vida, menos residuos se generarán.
Materiales recomendados:
- Madera certificada (FSC/PEFC) o tableros reutilizables.
- Cartón estructural.
- Textiles reutilizables.
- Gráfica en soportes no plásticos o sin laminados.
- Vinilos removibles ecológicos.
Evita combinaciones difíciles de separar (por ejemplo, madera pegada a plástico).
Monta sin adhesivos permanentes
Los adhesivos tradicionales dificultan la separación de materiales y aumentan los residuos.
Sustitúyelos por:
- Cintas de doble cara reutilizables.
- Imanes.
- Velcros industriales.
- Sistemas de presión.
- Tornillería ligera.
Una exposición que se desmonta sin arrancar ni romper multiplicará su vida útil.
Minimiza los embalajes y hazlos reutilizables
El embalaje es una de las principales fuentes de residuos en cualquier montaje expositivo.
Para reducirlo:
- Usa cajas reutilizables (plástico rígido, madera o cartón reforzado).
- Sustituye el plástico de burbujas por papel kraft, mantas de fieltro o protección textil.
- Etiqueta todo para que pueda almacenarse correctamente sin necesidad de reembalajes.
- Guarda los embalajes originales para reutilizarlos al desmontar.
Documenta el montaje para evitar errores (y roturas)
Muchas de las piezas que se desechan durante el montaje se dañan por manipulación incorrecta.
Incluye:
- Manual con pasos detallados.
- Fotografías del “paso a paso”.
- Señalética clara en cada pieza.
- Un listado de herramientas necesarias.
Una buena documentación reduce tiempos, errores y, por tanto, residuos.
Planifica un desmontaje limpio y eficiente
La sostenibilidad no termina cuando la exposición se inaugura. El desmontaje es tan importante como el montaje.
Recomendaciones:
- Almacena módulos por familias para facilitar la reutilización.
- Limpia y revisa cada pieza para repararla si es necesario.
- Separa los residuos por materiales (madera, plástico, metal, papel).
- Registra qué elementos pueden usarse en futuras producciones.
Colabora con otros espacios para dar nuevas vidas a los materiales
Si parte del montaje no puede reutilizarse en tu institución, otra puede prolongar su vida útil.
- Red de museos y centros culturales.
- Bibliotecas, centros educativos y asociaciones.
- Proyectos culturales temporales.
- Talleres de artes plásticas y escénicas.
Compartir materiales es una forma directa de evitar residuos.
Montar una exposición casi sin residuos es totalmente posible si se planifica desde el diseño, se eligen materiales adecuados y se aplican buenas prácticas de montaje y desmontaje. No se trata de hacerlo perfecto, sino de avanzar hacia modelos más responsables, circulares y conscientes, donde cada elemento tenga más vidas y menos impacto.
Una exposición sostenible no empieza en la sala: empieza en la primera decisión material.