
¿Puede un museo reducir su huella de carbono?

Los museos son espacios de aprendizaje, transmisión de valores y cultural y pedagogía, pero, además de todo ello, también pueden ser motores de cambio. En un contexto de crisis climática, cada vez más instituciones culturales se preguntan: ¿cómo podemos reducir nuestra huella de carbono sin renunciar a nuestra misión educativa y social?
Desde La Recicladora Cultural, trabajamos con la firme convicción de que es posible —y necesario— avanzar hacia una museografía más sostenible, que cuide el planeta al tiempo que acerca el arte y el conocimiento a nuevos públicos.
¿Qué es la huella de carbono en un museo?
La huella de carbono mide las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por una actividad o institución. En el caso de los museos, proviene de múltiples fuentes:
- Climatización y consumo energético del edificio.
- Producción de exposiciones temporales.
- Transporte de obras, personal y visitantes.
- Iluminación, soportes, impresiones y embalajes.
- Eventos, actividades y restauraciones.
Aunque su impacto puede parecer menor frente a otras industrias, los museos tienen un consumo energético intensivo y un alto uso de recursos materiales, sobre todo en grandes instituciones o exposiciones efímeras.
¿Cómo puede un museo reducir su impacto ambiental?
Aquí algunas estrategias reales y aplicables que ya se están implementando en museos y proyectos como La Recicladora Cultural:
Reutilización de materiales expositivos
Una de las principales vías para reducir residuos y emisiones es alargar la vida útil de los materiales museográficos. Paneles, cartelas, estructuras o vitrinas pueden reutilizarse, rediseñarse o compartirse entre instituciones.
En La Recicladora Cultural, recuperamos materiales de exposiciones ya desmontadas para crear nuevas itinerancias en otros espacios culturales. Así reducimos el consumo de recursos y evitamos que toneladas de materiales acaben en vertederos.
Transporte responsable
Las exposiciones itinerantes pueden diseñarse con criterios logísticos sostenibles: embalajes reutilizables, reducción de peso y volumen, y rutas optimizadas para minimizar desplazamientos y emisiones. También se puede priorizar el uso de proveedores logísticos que utilicen vehículos eléctricos o compensación de CO₂.
Eficiencia energética en salas expositivas
Cambiar a iluminación LED, regular temperatura y humedad de manera más eficiente o limitar los horarios de consumo energético son decisiones que muchos museos ya han comenzado a adoptar.
Comunicación y sensibilización
La sostenibilidad no solo está en lo que se hace, sino en lo que se comunica. Incorporar contenidos sobre la huella ambiental de los museos, explicar las medidas tomadas o incluir criterios sostenibles en los pliegos de contratación es parte de una gestión responsable y pedagógica.

Museos que ya están actuando
Algunas instituciones en España han comenzado a dar pasos relevantes:
- Museo Nacional de Ciencias Naturales: ha creado diferentes programas educativos centrados en el cambio climático y la sostenibilidad.
- Museo del Prado: dispone actualmente de medidas de eficiencia energética en climatización e iluminación.
- La Térmica Cultural: un ejemplo de reutilización de patrimonio industrial convertido en centro cultural con criterios de sostenibilidad.
- Museos comarcales y rurales que reutilizan expositores, comparten materiales y desarrollan exposiciones itinerantes de bajo impacto gracias a redes colaborativas como la de La Recicladora Cultural.
Por tanto, la respuesta a si los museos puede reducir su huella de carbono es sí: los museos pueden y deben reducir su huella de carbono. No solo porque es urgente actuar frente al cambio climático, sino porque su función educativa, social y simbólica los convierte en agentes privilegiados para liderar la transición hacia una cultura más responsable.